Orgullo IBERO: Ernesto Herrera y su labor por los bosques del futuro

- Egresado de Ingeniería Industrial, Ernesto Herrera Guerra es fundador y director de la asociación civil Reforestamos México
- "Vemos al sector forestal muy anquilosado, opaco, y nosotros buscamos refrescarlo con nuevas tendencias”.

Fundador y director de la asociación civil Reforestamos México.

Ganador de una mención honorífica del Premio IBERO Compromiso Social, Ernesto Herrera Guerra es un destacado promotor del desarrollo emprendedor comunitario, el desarrollo humano en comunidades forestales, la inversión y la competitividad en el sector forestal.

Fundador y director de la asociación civil Reforestamos México desde hace catorce años, Ernesto Herrera conversó con C+Ibero, publicación quincenal de esta casa de estudios, acerca de su misión de vida.

Platícanos un poco de tu paso por la IBERO. ¿Consideras que lo que estudiaste aquí influyó en tu actual ocupación?

Es una pregunta interesante, porque pareciera que no trabajo en algo relacionado, pero sí influyó bastante. Estudié Ingeniería Industrial, que me dio mucha formación en términos de estructura, de procesos. De hecho, el subsistema que estudié fue sobre ingeniería industrial y producción. Lo que ahora hago con Reforestamos México tiene que ver con la provisión de productos y servicios de los bosques, de modo que tiene mucho que ver. Pero también debo reconocer que las materias de integración nos dieron mucho sentido social, así que de alguna forma influyeron en mi desarrollo.

¿Cuándo decidiste el perfil que deseabas dar a tu carrera?

El gusto por la naturaleza siempre lo tuve presente. Vengo de una familia de ingenieros, de modo que, de haber sido más consciente de las oportunidades, quizás habría estudiado ingeniería agronómica o algo relacionado con los temas del campo, pero en ese momento, cuando tenía 18 años, no era una opción, no estaba a mi alcance tener ese tipo de experiencia, tomando en cuenta mis antecedentes familiares y que vivía en la Ciudad de México.

¿Qué experiencia te hizo darte cuenta de tu interés por el medio ambiente?

Una cosa que me selló fue ir de vacaciones a Chiapas. Saliendo de la carrera comencé a trabajar en la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), con horarios particularmente duros. Puedo decir que odié mi trabajo ahí porque, aunque yo hacía bien mi parte, no tenía un rango de acción para crear cosas nuevas, sino que me limitaba a administrar. En la primera oportunidad que tuve de tomar vacaciones, quise ir a un lugar al aire libre. Tenía unos 26 años cuando visité Chiapas por primera vez y dije: “¿Qué es esto? ¡Me gusta muchísimo!”, así que busqué oportunidades para una maestría y terminé estudiando Administración Ambiental en Nueva Zelanda.

Al regresar a México, trabajé brevemente en Grupo Bimbo, primero con un enfoque de medio ambiente en términos de seguridad e higiene laboral, y luego en el área de ecología. Después de eso tuve la oportunidad de crear Reforestamos México. Tenía 30 años cuando empecé con la asociación.

¿Cuál es el objetivo principal que persigues con ella?

Asegurar los bosques del futuro. Pero más allá de que existan más bosques, queremos que estos den servicio para alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible fijados por la ONU para 2030, es decir, que sean nuestros aliados para combatir la pobreza, para que exista suficiente agua, para combatir el cambio climático, generar empleo e innovación, tener instituciones sólidas y que de alguna forma nos ayuden a tener paz social.

¿Qué metas y pendientes tienes a futuro?

Más que logros, creo que hemos tenido aprendizajes, porque la organización se ha convertido en una especie de puente entre los diferentes sectores: empresa, sociedad civil, comunidades, medios de comunicación. Somos una organización bastante sui géneris que, si bien tiene un origen muy importante en Grupo Bimbo, que nos impulsó, hoy vinculamos a más de 100 empresas con la causa forestal.

El gran aprendizaje es que el emprendimiento puede ser un gran aliado para que los jóvenes puedan vincularse con estos temas. Actualmente trabajamos con el Estado de México para hacer un programa que transparente, a través de plataformas digitales y planes de aprovechamiento de las plantaciones forestales, la venta legal de madera. Así, en vez de perseguir a los talamontes, haremos que, por ejemplo, el sector de construcción, el que más madera compra en la Ciudad de México, lo haga de una forma transparente.

Nos da mucha satisfacción haber diseñado el primer índice de competitividad forestal estatal, que trabajamos con el Instituto Mexicano de Competitividad (IMCO). Con esta herramienta podemos incidir para que los gobiernos de los estados trabajen para mejorar las condiciones que van a asegurar los bosques del futuro. De esta forma, ya no hablamos en un lenguaje de lo verde, sino en algo más económico, lo que permite que otros actores se involucren en lo forestal, un sector que debe ser de todos y en el que todos deben actuar de forma corresponsable para su buen manejo.

Vemos al sector forestal muy anquilosado, opaco, y nosotros buscamos refrescarlo con nuevas tendencias y, sobre todo, con la participación de los jóvenes. Más que hablar de cuántas hectáreas se han reforestado, esto no se compara con los proyectos del gobierno para reforestar. Nosotros pensamos en cómo hacerlo en equipo, con todos.

¿Qué te gustaría decirles a quienes leen esta entrevista?

Que consuman productos de madera con un origen legal, y que tomen conciencia de que el tema forestal no es algo romántico, sino un tema de estrategia y de seguridad nacional. Si le damos la espalda a los recursos forestales creyendo que seremos felices en las ciudades, los bosques se van a degradar y abandonar, impactando en la calidad de vida de las ciudades. Por eso es importante que elijan a los gobernantes que pongan atención a estos temas.

Sitio Fuente: Ibero