Profesionistas 'estrechos' han empobrecido a la sociedad: académica
SOCIOLOGÍA.
- “La base de los problemas sociales es concebirnos como seres autónomos", afirmó la Dra. Sira Abenoza
- El mundo está olvidando educar a los ciudadanos; sólo los forma para competir.
La Dra. Sira Abenoza, profesora e investigadora del Departamento de Ciencias Sociales de la Escuela Superior de Administración y Dirección de Empresas (ESADE) de Barcelona, señaló que el proyecto de formar seres moralmente autónomos para la ciudadanía cayó en pro de la tecnificación, es decir, profesionistas con un sentido puramente técnico y 'estrecho', lo cual ha contribuido al empobreciendo de las democracias, a que las sociedades sean cada vez más individualistas y competitivas porque en el fondo se educa para sobresalir.
“En cambio vivimos en burbujas y con más desconfianza, cada vez estamos más llenos de esta desconfianza respecto de quien es distinto de nosotros; y cada vez esa fractura social y el individualismo se acentúan más y creo que son problemas que afectan a este país y a todo el mundo, esa creciente tendencia hacia el individualismo y hacia la creación de burbujas”, señaló Abenoza durante la conferencia 'Aprendiendo a dialogar o sobre cómo ser buenos ciudadanos', la cual se impartió en la Universidad Iberoamericana.
Asimismo, Abenoza destacó que la base de los problemas sociales es que nos estamos concibiendo como seres autónomos y nos hemos olvidado que el ser humano florece en la sociedad, es decir, conviviendo con otras personas.
“El ser humano tiene en sus genes la capacidad de cooperar, nacemos con esa capacidad, pero en la forma de vivir y en la que estamos socializando hemos perdido ese arte. Un arte que se puede recuperar a través del dialogo. Es como podemos reaprender o poner en marcha una habilidad que todos tenemos de forma inminente, que es la habilidad y la capacidad de cooperar”, destacó Abenoza quien participó en el documental In Dialogue, que trata sobre el proceso de paz en Irlanda del Norte.
Sira Abenoza confió a su público que de niña sufrió la incapacidad de diálogo en su familia y fue testigo de cómo eso contribuía a la división social de forma dura y negativa para la convivencia, la democracia, la justicia y el bienestar de todos, por lo cual se dedicó a trazar puentes, especialmente entre el mundo de los negocios y el mundo filosófico, dos espacios separados y divididos en los que creció.
Por esta razón, enseñó Ética de la Empresa y Responsabilidad Social para enseñar a futuros directivos a dirigir compañías ciudadanas: aquellas que se preocupan por dialogar en el entorno; con aquellas personas a las que su actividad va a afectar, personas que están en la sociedad. Comentó que también a nivel interno las empresas ciudadanas dialogan con sus empleados. “Se preocupan porque los trabajadores estén bien”.
Sin embargo, después de 10 años de estar enseñando esa idea a futuros directivos se dio cuenta que no podía esperar que los futuros directivos dirigieran empresas ciudadanas si en realidad la idea de la gestión responsable basada en el diálogo no la estaban recibiendo, es decir, ellos no estaban siendo educados o formados en un sentido dialógico, nadie los estaba enseñando a dialogar.
“Algo muy propio de las escuelas de negocio es enseñarlos a competir y no a cooperar. Y dialogar es cooperar. Un problema que viví, esta sensación de que en algunos contextos académicos en todo el mundo estamos olvidando educar para la ciudadanía, estamos olvidando educar a ciudadanos”, señaló la especialista.
Dra. Sira Abenoza, profesora e investigadora del Departamento de Ciencias Sociales de la ESADE de Barcelona. (Valentina González/IBERO).
Valentina González/ICM
Sitio Fuente: Ibero
