El primer médico que trasplantó un corazón en México
MEDICINA / CARDIOLOGÍA.
Rubén Argüero Sánchez.
Autor del primer trasplante de corazón en México en 1988, y pionero, a escala mundial, del implante de células madres en dicho órgano. Rubén Argüero Sánchez es uno de los más destacados académicos de la Facultad de Medicina de la UNAM.
“El haber realizado el primer trasplante de tan importante órgano como es el corazón, significó un gran avance para la medicina en nuestro país, ya que a raíz de esa primera cirugía, vinieron muchas más que contribuyeron a salvar numerosas vidas”, comparte el médico.
Su labor de investigación en el campo de la Cardiología Médico Quirúrgica, se refleja en más de 200 trabajos científicos publicados en revistas nacionales e internacionales.
El académico es miembro honorario Emérito de la Sociedad Mexicana de Cardiología y Cirugía de Tórax; Academia Nacional de Medicina; Academia Mexicana de Cirugía, miembro activo de la Academia Scientiarum et Artium European; integrante del Comité Editorial, de Archives of Medical Research; Socio Fundador de la Asociación Mexicana de Insuficiencia Cardiaca, entre otros cargos.
Implante de células madre en el corazón.
En ocasiones esta técnica ha tenido mejores resultados que el trasplante, comenta el doctor; y aunque no es la solución, es uno de los caminos para revitalizarlo. La práctica consiste en inyectar al mismo tiempo hasta siete jeringas con células madre para que el método de siembra sea efectivo.
Por si fuera poco, el doctor Argüero fue el encargado de llevar a cabo el primer trasplante de pulmón; esta cirugía la realizó en una niña que logró vivir muchos años gracias a esta operación quirúrgica.
De forma paralela, el destacado académico imparte pláticas a niños y jóvenes sobre los daños que causan las drogas y el alcohol; asimismo los exhorta a llevar una vida activa, hacer ejercicio y comer sanamente. “Tener una vida sedentaria ocasiona diversas enfermedades que podrían evitarse”, menciona.
Existencia plena.
El doctor Rubén es el séptimo hijo de los ocho procreados por el matrimonio Argüero Sánchez. Con una gran sonrisa recuerda que su padre fue un hombre trabajador cuyo principal objetivo era que todos sus hijos terminaran una carrera universitaria, deseo que viera cumplido con satisfacción y agrado.
Se dice felizmente casado y orgulloso de la familia que formó. Combinar la vida profesional con la familiar, lo considera uno de sus mayores éxitos. Disfrutar cada momento con sus logros y fracasos, es algo que valora y de lo que aprende día a día.
Llevó a cabo sus estudios de nivel medio superior en la Escuela Nacional Preparatoria número uno, ubicada entonces en el Antiguo Colegio de San Ildefonso; posteriormente cursó la licenciatura en lo que hoy es la Antigua Escuela de Medicina.
Nanoterapia, el futuro de la medicina.
Actualmente, se encuentra trabajando en conjunto con una académica de la Universidad Autónoma Metropolitana, en investigaciones relacionadas con la nanotecnología, es decir, utilizan nanopartículas para recuperar fibrosis o atacar cáncer.
“Con esto, estamos haciendo nanoterapia, que es un campo de la medicina actual con muchos beneficios; podría decirse que es la medicina del futuro.
Como un hombre entusiasta y bromista podríamos describir a Rubén Argüero, quien está convencido de que su gusto por la medicina fue una vocación adquirida desde muy joven. Describe su profesión como una oportunidad que le ha dado la vida para hacer lo que tanto le apasiona.
“La medicina es fascinante, en ella descubro a diario algo que me hace sorprenderme y engancharme más a esta ciencia”.
Es fundador del Consejo Nacional de Cirugía del Tórax, en el que fungió como secretario hasta 1994; año en el que tomó la presidencia, la cual ocupó por un periodo de seis años
El Consejo Técnico del Instituto Mexicano del Seguro Social acordó que la Unidad de Investigación en Biología Molecular del Corazón en el Hospital de Cardiología del Centro Médico Nacional Siglo XXI, tenga el nombre “Dr. Rubén Argüero Sánchez”, como un homenaje a su labor y sus aportaciones médicas.
Por Isabel Pérez.
Sitio Fuente: Ciencia UNAM
